Centro para el estudio del dinero privado

Vera
Smith

El Centro Vera Smith es una iniciativa de la Escuela de Negocios de la Universidad Francisco Marroquín, cuyo objetivo es investigar el pasado, el presente y futuro del dinero privado. Fue fundado en el 2024 para promover el estudio de las instituciones monetarias y bancarias de origen privado.

¿QUIÉN ERA VERA SMITH?

Vera Smith (1912-1976) nació en Inglaterra y estudió en London School of Economics en los dorados años de la década de los 30. Desarrolló su tesis doctoral bajo la dirección de Friedrich Hayek, en 1935, centrando su atención en los fundamentos de la banca central y en el caso escocés de banca libre. Publicó esta tesis como libro, con el título The Rationale of Central Banking and the Free Banking Altenative, que representa un hito en el estudio del dinero privado. En 1938 se casó con Friedrich Lutz, y ya entonces, bajo el nombre de Vera Lutz, se mudó a Princeton, en Estados Unidos, donde continuó sus investigaciones y publicaciones. Falleció en 1976, pero dio a luz a una extensa literatura para el estudio del dinero privado, comenzando con los trabajos de Lawrence White (1984), George Selgin (1988) y Kevin Dowd (1992).

Más información aquí:

Adrián Ravier. «Vera Smith (1912-1976): Madre de las investigaciones modernas sobre el estudio del dinero privado». Laissez-Faire 61-62 (2024). FCE, UFM.

02 - Libro de Vera Smith en inglés
03 - Libro de Vera Smith en español
01 - Vera Smith (dibujo)

Áreas de investigación

Teoría monetaria y bancaria

Free Banking School vs Currency School y Banking School y otros enfoques modernos

Historia del dinero privado

Análisis de casos: Australia, Bélgica, Canadá, Chile, China (Foochow y Noreste), Colombia, Escocia, Estados Unidos, Francia, Irlanda, Italia, Noreste de China, Perú, Suecia, Suiza…

Análisis crítico del sistema de banca central y dinero fiat

Consecuencias de su mala administración: desequilibrios como inflación, deflación, ciclos económicos.

Actualidad y futuro del dinero privado

Blockchain, bitcoin, Ethereum, altcoins, tókenes, finanzas descentralizadas, contratos inteligentes…

BIBLIOGRAFÍA

PRINCIPIOS DE ECONOMÍA POLÍTICA

1871
Carl Menger
Resumen del libro

EL DINERO

1892
Carl Menger
Resumen del libro

CAPITAL E INTERÉS

1884
Eugen Böhm-Bawerk
Resumen del libro

LA TASA DE INTERÉS Y EL NIVEL DE LOS PRECIOS

1898
Knut Wicksell
Resumen del libro

LA TEORÍA DEL DINERO Y DEL CRÉDITO

1912
Ludwig von Mises
Resumen del libro

ENSAYOS DE TEORÍA MONETARIA I

Friedrich Hayek
Resumen del libro

ENSAYOS DE TEORÍA MONETARIA II

Friedrich Hayek
Resumen del libro

PRECIOS Y PRODUCCIÓN (1931) Y TEORÍA MONETARIA Y LA COYUNTURA

1933
Friedrich Hayek
Resumen del libro

Videoteca

Manuel F. Ayau

«Dinero»

Lawrence H. White

«Free banking» – Interview with Fritz Thomas

Adrián Ravier

«Estrategia de la Reserva Federal de EE. UU. y la próxima burbuja»

Adrián O. Ravier

«Teoría bancaria: propuestas de reforma de la escuela austriaca»

Lawrence H. White

«The Evolution of Money, Banking, and Central Banking»

Daniel Lacalle

Conversatorio sobre el libro: La gran trampa: Por qué los bancos centrales están abonando el terreno para la próxima crisis»

Helmuth Chávez

«Lo que debes saber de inflación, bitcoin y finanzas»

Lawrence H. White

«Austrian Monetary Theory Seminar»

George Selgin

«US and Canada Free Banking episodes – George Selgin»

Helmuth Chávez, Daniel Fernández y Edgar Fernández

 «Crisis bancaria: ¿estamos viviendo otro 2008 o es una oportunidad de inversión?»

Lawrence H. White

«Better Money: Gold, Fiat, or Bitcoin?»

Chris Berg

«Chris Berg: Cryptocurrencies and Blockchain: Where Are We Heading?»

«El sistema escocés desarrolló una serie de características que pronto lo distinguieron de los sistemas de otros países.

Había una fuerte competencia entre los bancos, que mantenían estrictamente la práctica de compensar los billetes de banco entre ellos con regularidad. Hacían compensaciones dos veces a la semana y liquidaban los saldos inmediatamente. Los bancos adoptaron una organización mediante sucursales casi desde el principio y, en comparación con otros países, el desarrollo de la banca de depósitos y de las técnicas de préstamo fue mucho más rápido… En 1826 había, además de los tres bancos con ley especial (con 24 sucursales), 22 sociedades bancarias por acciones (con 97 sucursales) y 11 bancos privados, mientras que en Inglaterra se estaba todavía aprobando la legislación que permite establecer sociedades bancarias por acciones y el Banco de Inglaterra no había abierto siquiera una sucursal…

La estructura escocesa de instituciones sólidas, libres de interferencias legislativas, con una banca de depósitos ya muy desarrollada —su éxito manifiesto y sin los excesos que llevan a la suspensión de pagos— no podía dejar de impresionar a los ingleses en un momento en el que sus bancos de provincias se estaban hundiendo».

Vera Smith,

Fundamentos de la banca central y de la libertad bancaria

(1936), 64.

Ludwig von Mises,

La acción humana: Tratado de economía

(1949), 536.

«¿Qué sucedería si toda la banca privada se asociara y formara un cartel? ¿No es acaso posible que los bancos se confabulen para emitir sin tasa medios fiduciarios? Tal inquietud es absurda. Mientras la intervención estatal no impida a la gente retirar sus saldos, ningún banco puede permitirse arriesgar su buen nombre asociándolo con el de otras entidades de menor crédito. Conviene recordar que el banco dedicado a crear medios fiduciarios se halla siempre en una postura más o menos precaria. El buen nombre es su prenda más valiosa. Cualquier duda acerca de la seguridad y solvencia de la institución puede llevarla a la suspensión de pagos. Para un banco de buena reputación sería una política suicida ligar su nombre al de otras instituciones menos acreditadas. Bajo un régimen de libertad bancaria, la unión de todos los bancos en un cartel implicaría el fin de la banca, lo que, evidentemente, no beneficiaría a ninguna de las instituciones afectadas… Se interfirió la banca precisamente porque los gobernantes sabían que la libertad bancaria limita y restringe la expansión crediticia».

«Esto, señoras y señores, no es un método mediante el cual podamos esperar conseguir nunca un buen dinero. Ponerlo en manos de una institución que está protegida contra la competencia, que puede obligarnos a aceptar el dinero, que está sometida a una incesante presión política, nunca nos podrá proporcionar un dinero auténtico. Pienso que deberíamos empezar cuanto antes, y creo que cabe confiar en que algunos de nuestros financieros más emprendedores e inteligentes pronto comenzarán a experimentar en esta línea. El gran obstáculo es que esto implica una serie de cambios enormes en toda la estructura financiera y tengo que confesar que mi experiencia, tras muchas discusiones sobre este asunto, me dice que ningún banquero, de cierta edad y que conozca solamente el actual sistema bancario, puede realmente hacerse una idea de cómo funcionaría el nuevo sistema, y desde luego no osaría arriesgarse a hacer un experimento así. Pienso que tendremos que contar con que unos cuantos cerebros más jóvenes y flexibles lo inicien y demuestren que una cosa así puede llevarse a cabo… Si se hubiera dejado que los capitalistas se procuraran el dinero que necesitan, el sistema competitivo hace tiempo que hubiera superado las principales fluctuaciones de la actividad económica y periodos prolongados de depresión. En la actualidad, la política monetaria oficial nos ha conducido a una situación en la que existen numerosas asignaciones erróneas de recursos económicos, de manera que no cabe esperar una rápida superación de las dificultades presentes ni siquiera si adoptásemos un nuevo sistema monetario».

Friedrich Hayek,

Ensayos de teoría monetaria II

(1979), 312-14.

Friedrich Hayek,

La desnacionalización del dinero

(1979), 43-44.

«Mi propuesta concreta para el futuro próximo, y la oportunidad de examinar un plan mucho más amplio, consiste en que los países del Mercado Común, preferiblemente junto con los países neutrales de Europa (y es posible que más tarde los de Norteamérica), se comprometan mediante un tratado formal a no obstaculizar en manera alguna el libre comercio dentro de sus territorios de las monedas de cada país (incluidas las monedas de oro) o el libre ejercicio, por instituciones legalmente establecidas en cualquiera de los aludidos territorios, de la actividad bancaria sin trabas. Tal supuesto conduciría en primer término a la supresión de todo tipo de control de cambios y de regulación del movimiento de dinero en estos países y también a la plena libertad de utilizar cualquiera de esas monedas tanto en la contratación como en la contabilidad. Aún más, significaría la oportunidad para cualquier banco radicado en tales países de abrir sucursales en cualquier otro en iguales condiciones que los ya existentes… La finalidad de este esquema es imponer a las agencias monetarias y financieras existentes una disciplina necesaria desde hace mucho al objeto de impedir a cualquiera de ellas y durante no importa qué periodo de tiempo la emisión de un tipo de dinero sustancialmente menos seguro y útil que el de cualquier otra de las mencionadas agencias. Tan pronto como el público se familiarizara con las nuevas posibilidades, toda desviación de la línea de suministrar buen dinero conduciría rápidamente al desplazamiento de la moneda de peor calidad por otras. Los países desprovistos de los diversos recursos que actualmente utilizan para ocultar los efectos de sus actos “protegiendo” su moneda se verían obligados a mantener estable el valor de las mismas».

Lawrence H. White,

Competition and Currency

(1989).

«El dilema entre reglas y discreción presupone la existencia de una autoridad monetaria cuyo comportamiento debe ser peligrosamente inflexible o peligrosamente flexible. Un medio evidente para resolver este dilema es cultivar un sistema monetario que no esté sujeto al gobierno de una autoridad central».

Lawrence H. White y George Selgin,

«Why Didn´t Hayek Favor Laissez Faire in Banking?»,

History of Political Economy 31, n.o 4

(1949), 536.

«Basándose en Wicksell, Hayek creía que el impulso que iniciaba los auges cíclicos insostenibles era a menudo el fracaso de la tasa de interés del mercado para aumentar con la tasa de equilibrio o natural cuando aumentaba la demanda de fondos prestables. Para explicar por qué la tasa de mercado no aumentaba, Hayek elaboró ​​el argumento de Thomas Joplin sobre cómo los bancos comerciales respondían a un aumento en la demanda de préstamos variando solo la cantidad de préstamos y no el precio; Hayek, por tanto, consideraba que la libertad de los banqueros para variar la cantidad de dinero era una fuente de shocks desequilibrantes. En consecuencia, a pesar de su énfasis general en las propiedades coordinadoras de la competencia de mercado, nunca apoyó la banca libre. El análisis crítico muestra que el argumento de Joplin-Hayek carece de fundamento: en un sistema bancario competitivo, se debería esperar que las tasas de interés de los préstamos y depósitos siguieran la tasa natural; Hayek, por tanto, subestimó la fuerza de las fuerzas autocorrectoras en un sistema bancario competitivo. Al final de su carrera, Hayek se inclinó por el laissez faire en la emisión de dinero como medio para lograr la estabilización del nivel de precios. Su propuesta de ‘desnacionalización del dinero’ ha sido fundamental para la investigación moderna sobre la banca libre. Pero como Hayek imaginaba que el dinero del laissez faire sería irredimible, su propuesta no supuso un cambio radical de sus propias opiniones anteriores sobre la banca competitiva de reserva fraccionaria».

BLOG

Carta de bienvenida

¡Bienvenidos al blog del Centro Vera Smith! Con este blog, como con otros tantos, se pretende crear una comunidad de lectores activos, no necesariamente economistas o financieros, que sientan interés por estudiar la naturaleza de las instituciones monetarias y bancarias de origen privado, incluyendo el origen espontáneo y las intromisiones del Estado en su desarrollo.  Como con todo blog se intentará generar con él debates informales entre sus lectores, con un espíritu crítico y abierto; intentar comprender la economía monetaria en un sentido amplio y multidisciplinar, y abarcando no solo lo estrictamente económico, sino también los campos de la filosofía, la ética, el derecho, las ciencias políticas y la historia. Somos conscientes de la abundancia de blogs económicos en los que se trabajan temas monetarios; sin embargo, nuestro interés es resaltar el free banking school, por sobre los otros dos antiguos enfoques monetarios, conocidos con el nombre de currency school y banking school. Esta clasificación de enfoques monetarios fue sugerida inicialmente por Lawrence H. White y Anna J. Schwartz, y consiste en diferenciar al free banking school como el único enfoque que defiende la emisión privada y competitiva del dinero privado, mientras las otras dos escuelas debaten sobre si la autoridad monetaria debe imprimir dinero de curso legal convertible o inconvertible y, en el último caso, de qué forma racional lo haría. Creemos que, en cierto modo, el debate moderno de reglas versus discrecionalidad puede incluirse también en esta discusión clásica. Se incluirán en las publicaciones de este blog tanto…

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